Boda en Hacienda El Vizir
La boda de Anabel y Roberto
2 de noviembre de 2019
Como fotógrafos de boda, nos encanta hacer ceremonias civiles en Hacienda El Vizir, porque el chester rosa, la zona ajardinada y el pozo, son un decorado de cuento para bodas con encanto.
Anabel y Roberto son una pareja de ingenieros que llevan varios años juntos. Y aunque Roberto es cordobés, ya han echado raíces aquí en Sevilla como familia. Tienen un hijo, Daniel, y nos acabamos de enterar que Anabel vuelve a estar embarazada. Estamos deseando conocer a esa personita que trae de camino la cigüeña.
Os podrá parecer extraño pero cuando tenemos esta relación con las parejas, nos sentimos como una parte pequeñita de la familia, y estamos felices de ver como crece.
El día de la boda amaneció espléndido, muy luminoso, y aunque de vez en cuando las nubes cubrían el cielo, no eran nubes de lluvia. Y menos mal que aparecían esas nubes porque mitigaban el calor; a pesar de ser una boda de otoño las temperaturas aquí en Sevilla pocas veces nos dan una tregua.
También para una boda de día al aire libre es perfecto encontrarse con nubes porque suavizan las fotografías y no se producen contrastes fuertes. Si os fijáis, los fotógrafos de boda siempre estamos quejándonos, si hay sol porque hay mucha luz, y si la boda es nocturna porque no hay luz 😀
Ceremonia en Hacienda El Vizir.
Sólo llegar a hacienda El Vizir, apreciabas que no era una boda común. Se notaba en todos los rincones que los detalles de la decoración habían sido cuidados con mucho mimo.
Nos gustaría mencionar en este aspecto no sólo lo detallistas que son Anabel y Roberto, y el trabajo que invirtieron en todos esos detalles para que todo estuviera a su gusto, sino también, porque es de justicia, la labor de KandySmak Eventos. Nos encantó la decoración de la boda.
En esta entrada al blog tienen un mayor peso las fotografías de la decoración porque lo merece y creemos que era una nota muy distintiva de la boda de Anabel y Roberto.
La ceremonia se celebró en la zona ajardinada de Hacienda El Vizir, junto al pozo, y en el altar estaba el chester rosa. Hemos hecho varias bodas en esta hacienda, y la bodas acompañadas por el chester, tienen un toque especial. Tanto nos gusta, que una vez terminada la ceremonia lo aprovechamos para hacer las fotos de pareja con él.
Las flores eran muy protagonistas por su abundancia y colorido, no sólo en el altar, sino también en la zona de los invitados. Las flores fueron un encargo a Grado.
La ceremonia fue especialmente emotiva con la participación incluso de amigos ausentes y que pudieron estar presentes con la ayuda de portátiles.
Durante toda la ceremonia y el cocktail se notaba la presencia de la voz de Aire acompañada de guitarra y violín de Café para 2. Nos gustaron mucho su simpatía y el toque especial de sus covers para, no sólo, acompañar con su música sino también animar. Toda una delicia para los sentidos. Nos vemos en la boda de Laura y Diego 😉
Cocktail y convite en Hacienda El Vizir.
El cocktail se disfrutó en la zona central de Hacienda El Vizir, con un servicio muy agradable de su catering. Fue extenso y divertido. Notábamos que los invitados se lo pasaban en grande, lo que provocó que hiciéramos muchas fotografías de grupo con los novios.
No faltaron las bromas y las risas, todo en un gran ambiente, incluso hubo un manteo a Roberto. Por el ambiente, las flores, la temperatura…, más bien parecía una boda de primavera que una boda de otoño.
El convite-almuerzo se sirvió en el salón. Impresiona el artesonado de madera de los techos y las columnas. Como siempre que acudimos a Hacienda El Vizir, estuvimos perfectamente atendidos.
Fiesta y barra libre.
Para la fiesta nos trasladamos al salón que está anexo al patio de los caballos, y todo comenzó con el baile nupcial. Anabel estaba muy emocionada. Conseguimos una fotos preciosas de la pareja.
La fiesta comenzó con un pase de el grupo musical de rock Super8 que hizo un recorrido por los grandes clásicos del pop y rock español e internacional de los 80 hasta la actualidad.
Se desató la locura y así transcurrió hasta el final.
Nos fuimos con la sensación de haber sido testigos de una bonita historia y con el cariño, no sólo de la pareja, sino de toda la familia.
Aquí tenéis otra boda de otoño en vísperas de Navidad.