La boda en la playa en Chiringuito Ámbar
En la Playa de El Palmar el enlace de Ana y Cano.
21 de septiembre de 2018
Y la boda en la playa es una bonita historia que transcurrió entre la playa de El Palmar al atardecer y el chiringuito Ámbar. Es la historia la de Ana y Cano que nos recuerda mucho a La Dama y el Vagabundo.
Cano se empeñó en conocer a aquella camarera que trabajaba poniendo copas en un bar de Alcalá de Guadaíra que frecuentaba con amigos. Un día le dejó un libro en el bar para que ella lo encontrara, “El sentido de la vida” y a partir de ahí surgió una relación.
Eran dos polos opuestos que rara vez coinciden. Ella, una niña bien que no había ido nunca de camping, y él, un trotamundos a bordo de su furgo. Ella, tranquila e introvertida, y él extrovertido e incansable.
Algo más de cuatro años de relación habían pasado cuando Cano pidió matrimonio a Ana en el faro de Camarinal. Desde el faro podía leerse escrito en la arena de la playa “¿Te quieres casar conmigo?”
El día de la boda
Para la preparación de los novios, alquilaron dos casitas de madera que tanto abundan en la playa de El Palmar. Muy coquetas y con zona ajardinada de césped. Allí recibieron a la familia más cercana y a los amigos íntimos.
La preparación de ambos, en sus diferentes estilos fue muy especial y divertida.
La ceremonia se celebró al aire libre; un atardecer en la playa junto a un pequeño altar y acompañados por amigos íntimos y familiares. La brisa, la caída del Sol, una leve brisa refrescante, y el rumor de las olas, hicieron de esta boda en la playa una boda de cuento.
Fue oficiada por los mejores amigos de ambos. Sencilla y muy emotiva.
Después de la ceremonia civil, hicimos las fotos de posados de la pareja en la mejor hora del día y por la playa. El atardecer y la complicidad de la pareja consiguieron unas fotos que han quedado en nuestro recuerdo. Si las fotos por la web se aprecian bien, no os podéis imaginar lo bonitas que quedan en su álbum.
Si algún día os apetece, acercaros por el estudio y os la enseñamos en papel. Las fotos son mucho más bonitas en papel que en cualquier pantalla.
Dato que tenéis que apuntar. No consistáis que nadie os enseñe un trabajo de fotografía en la pantalla de ningún dispositivo. Eso está muy bien para salir del paso. Para apreciar la calidad de una fotografía, exigid siempre que os muestren las fotografías en papel.
La celebración se hizo bajo las estrellas en el chiringuito Ámbar, playa de El Palmar en Vejer de la Frontera (Cádiz).
El chiringuito Ámbar estaba decorado con un paraguas de luces que montó el propio novio el día antes, y que lucía genial. Menudo trabajo que dio Cano pero… ¿Y lo bien que quedó? Sin duda, una guinda de iluminación para una boda en la playa.
Por suerte, ese día no hizo nada de viento por lo que lució en todo su esplendor.
La decoración de los espacios era de estilo tropical. El banquete fue un cocktail servido por Catering Las Torres. De Las Torres, nunca nos cansaremos de mencionar su profesionalidad en cada detalle y como se vuelcan con los novios, los invitados y los profesionales que trabajamos allí.
La verdad es que fue excelente, pero tal y como podéis ver en las fotos, la comida fue un actor muy secundario de esta boda en la playa. Lo realmente importante y llamativo fue el buen ambiente que había entre todos.
El vestido de Ana en crepe y organza de silueta sirena, escote barco y manga larga con aplicaciones de pedrería y plumas…, Pronovias. Los pendientes, de la colección de joyas de novia de Vicky Martín Berrocal. Los zapatos, unas sandalias plateadas con una disimulada tira de pedrería de Rosa Clará.
Cano tenía claro que no quería chaqueta y eligió dos piezas de pantalón y chalequillo color tierra beige, camisa blanca, y corbatón y zapatos burdeos de Sastrería 7. Lo más llamativo, los tirantes y por supuesto el reloj de bolsillo de plata que le regalaron los padres.
No se nos puede olvidar que la música corrió a cargo del crack Javi Rubio de Sabor a Sur.
¿Os apetece ver todos los detalles de esta boda en la playa?
